Todo lo que das, regresa a ti. Lo que siembras, cosechas. Y lo que compartes, es lo que finalmente recibes.
Ya has escuchado esto, ¿verdad? Pero… ¿lo vives? ¿Lo aplicas todos los días?
Quiero hablarte de algo que suena loco, pero que tiene un poder increíble: bendecir el dinero. Sí, bendecirlo. Agradecer por él, incluso cuando no hay mucho. Porque lo que agradeces, se multiplica. Y lo que criticas, se aleja.
La Gratitud es el eslabón perdido
Isaac Newton dijo que toda acción provoca una reacción igual y contraria. Y esa ley también aplica en lo invisible: en tus pensamientos y emociones.
Hay personas que nacieron en la pobreza absoluta y hoy son millonarias. Y hay otras que lo tenían todo, pero hoy viven en ruinas.
¿Qué marca la diferencia? La gratitud.
Cuando eres verdaderamente agradecido por lo que tienes, por poco que sea, estás alineándote con la energía de la abundancia.
Pero cuando te quejas, criticas, te frustras o te enojas con el dinero… Estás cultivando más pobreza.
Lo que estás sintiendo, lo estás creando
¿Te molesta el precio de las cosas? ¿Criticas a los que tienen dinero? ¿Discutes por dinero, te estresas por él o sientes que nunca alcanza? Entonces estás enviando un mensaje al universo de que el dinero es algo negativo. Y el universo te da más de lo que crees y sientes. Preocuparse, envidiar o sentir celos por el dinero no atrae riqueza. La gratitud, sí.
No importa cuán difícil sea tu situación actual. Si hoy te enfocas en agradecer lo que tienes, abrirás un canal para recibir más. A los que tienen gratitud, se les dará más. Y a los que no, incluso lo poco que tienen, se les quitará.
Dos pasos para activar tu abundancia
PASO 1: Vuelve a tu infancia
Tómate unos minutos para recordar todas las veces que alguien te dio dinero o pagó algo por ti.
- ¿Tuviste comida todos los días?
- ¿Dormías bajo techo?
- ¿Fuiste al colegio? ¿Tuviste libros, ropa, útiles?
- ¿Te dieron regalos, vacaciones, medicinas, juguetes?
- ¿Tuviste luz, agua, teléfono, televisión?
Todo eso costó dinero. Y tú lo recibiste sin pagarlo. ¡Eso es riqueza que ya viviste! Ahora, vuelve a esos recuerdos y di: “Gracias por ese dinero. Gracias por todo lo que me dieron.”
Mientras más gratitud sientas por lo que ya viviste, más abundancia vendrá a tu vida.
PASO 2: El billete mágico
Toma un billete —el que sea— y escribe en un papel: “Gracias por todo el dinero que me han dado en la vida.”
Pega ese papel al billete. Guárdalo en tu cartera o bolsillo. Y cada día, al menos una vez en la mañana y otra en la noche, sácalo, léelo, y siéntelo. Siente gratitud real, profunda, sincera. Esa emoción va a comenzar a mover cosas que hoy ni imaginas: Dinero inesperado, descuentos, regalos, oportunidades, ingresos extra…
Pon tu billete mágico en un lugar visible para recordarlo cada día. Y acompáñalo con frases positivas sobre el dinero, como:
- “Estoy abierto a recibir más dinero.” “Cada día soy más próspero.” “Agradezco todo lo que tengo y lo que viene.”
La práctica diaria
Haz este reto por 31 días: Antes de dormir, anota 10 cosas por las que estás agradecido. Pueden ser cosas grandes, pequeñas, simples… lo que sea. Este hábito va a reprogramar tu mente. Y lo mejor es que no solo verás cambios en el dinero, sino en tu salud, tus relaciones y tu bienestar.
Porque la gratitud no solo atrae riqueza, atrae plenitud.
Hazte esta promesa:
Cada vez que recibas dinero —tu sueldo, una devolución, un regalo, un descuento— vas a agradecer.
Recuerda: La gratitud es riqueza. Quejarse es pobreza.
No tienes que entender cómo funciona la electricidad para encender una bombilla. Tampoco tienes que entender del todo cómo funciona la gratitud para comenzar a usarla.
Solo empieza. Agradece hoy. Y observa cómo cambia tu vida.
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