Te mintieron, te engañaron

La mente humana es misteriosa y difícil de comprender, pero cuando empiezas a descubrir sus misterios, te puedes sorprender de lo que puedes llegar a alcanzar.

A todos nos han mentido, y aquellas mentiras quedaron arraigadas en nuestro ser, causando estragos e inconvenientes hasta hoy.

¿Quién nos mintió?

Inicialmente y quizás las heridas más fuertes vienen de nuestros padres. No estoy hablando de grandes mentiras, delitos y eso, no, hablo de cuando te decían que no te comas el chicle porque se te iban a pegar las tripas, o si te comías un fréjol crudo te podría crecer un arbolito en la panza.

También cuando de niño le pedías dinero y te decían “no tengo”, y tú veías que sí tenían y automáticamente pensabas que no te lo querían dar y esto generó una pequeña semilla de resentimiento en ti.

Los que crecimos así, nos dimos cuenta, que efectivamente, por más que consiguieras un buen trabajo, llega un momento en el cual el dinero deja de alcanzar, comienza a escasear, y te agobian las deudas y obligaciones, ¿Por qué?

Porque nos minteron…

Sí, nos mintieron y creímos que era verdad, y eso quedó tan arraigado en tu mente, que hasta el día de hoy tu inconsciente busca confirmar aquellas mentiras que nos dijeron.

Por eso las niñas siguen buscando al príncipe azul y los hombres a cenicienta.

Nos decían que no seamos vagos, que hagamos algo, que nos pongamos a hacer tareas, a barrer la casa, a buscar estar ocupado y hoy te desesperas por buscar uno, dos y hasta tres trabajos, según tú, para tener más dinero, cuando en realidad sólo buscas estar ocupado aunque sólo sea revisando el celular o la computadora por horas para creer que estás haciendo algo productivo.

Aquí no quiero hacer apología en contra de nuestros padres, ellos hicieron lo mejor que podían con la información que tenían, te dijeron que Santa Claus existía, y hoy sigues esperando ese trabajo mágico, esa pareja perfecta, ese negocio que te hará multimillonario, ¿Te das cuenta?

¿Entonces qué debo hacer?

Primero perdónate, sí, por creer aquellas cosas, aunque no eras más que un niño, perdónate por seguir creyendo hasta hoy y manifestando esos comportamientos.

Luego perdona a quienes te mintieron, a tus padres, profesores, amigos, tios, novios, etc.

Y de ahí el paso más importante:

EMPIEZA A CONSTRUIR TU VERDAD

La verdad es algo que no está dicho, te han querido imponer verdades como el trabajo, relaciones, estudios, estatus sociales, etc. Y ahí nos vemos inmiscuidos en esas “verdades”, pero sabes, más del 95% de las personas están construyendo una vida que no desean.

Cuando al fin consiguen la casa, siguen vacíos, cuando logran ese puesto en su organización, sienten que les sigue faltando algo, y sabes, nunca se va a llenar, porque estás tratando de llenarlo con “mentiras” que te han inculcado toda tu vida.

Cuéntame, ¿Qué mentiras crees que están afectando tu vida hoy?

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